El Hallux valgus (conocido como juanete) es una deformidad del ante pie, de etiología diversa, con mala alineación del primer radio, que es más frecuente en mujeres, que va desarrollando un bruno (bulto) que le roza en el calzado y que en os casos más severos acaba superponiendo los dedos.
El hallux valgus no tiene tratamiento sin cirugía y las órtesis son molestas y tiene mal resultado.
La cirugía del hallux tiene muchos bulos y dichos inciertos. Es una cirugía que no es dolorosa y que obtiene buenos resultados. Se puede realizar con cirugía abierta o con cirugía percutánea (con dos pequeñas heridas sin puntos). Cada caso tiene sus indicaciones, lo importante es poder realizar los dos tipos de cirugía para poder realizar la más adecuada.
La cirugía percutánea del pie, también conocida como cirugía MIS, por las iniciales del inglés Minimal Incision Surgery, es un método quirúrgico que nos permite realizar intervenciones a través de incisiones mínimas, sin exposición directa de los planos quirúrgicos, lo que ocasiona un trauma mínimo de los tejidos próximos y que exige un control radiológico durante la intervención, para orientarnos en los gestos quirúrgicos a realizar.
En quirófano de un centro hospitalario. La cirugía percutánea no puede ser considerada una cirugía menor al realizarse por mínimas incisiones, a través de ellas podemos realizar técnicas quirúrgicas mayores e incluso muy agresivas, por ello es fundamental que sea realizada por cirujanos expertos y tanto la preparación del paciente, como las medidas de esterilidad han de ser extremadas. Por ello según nuestro criterio, deberá realizarse en un centro hospitalario, que disponga de quirófanos, unidad de reanimación y personal sanitario capacitado para resolver cualquier posible complicación.
Anestesia local. Prácticamente en la totalidad de los casos se utiliza anestesia loco-regional (sólo se anestesia desde el tobillo hacia el pie), con lo que se disminuye de una manera muy significativa las posibles complicaciones anestésicas.
Con dos pequeñas incisiones de introducen fresas de corte que nos permiten realizar osteotomías (cortes en el hueso) y bisturí para seccionar determinados tendones para darle una adecuada alineación. El vendaje que se realiza es muy importante porque es el que va a mantener la alineación.
Es una cirugía absolutamente ambulatoria, una vez finalizada la intervención, en el quirófano se coloca al paciente un zapato post-quirúrgico con el que podrá caminar desde ese momento. La primera revisión se suele realizar en una semana. Respecto al vendaje quirúrgico, es fundamental ya que es el que mantiene la alineación de las fracturas realizadas. Lo cambiaremos semanalmente durante dos-tres semanas. En este periodo de tiempo mantendrá el zapato post-quirúrgico y a partir del mes utilizará calzado normal de manera progresiva.
Es importante ponerse un calcetín tanto de día como de noche para proteger el vendaje.
Es probable que manche un poco de sangre porque dejamos las incisiones abiertas para que no haya hematomas. Si manchase mucho acudir a la clínica.
La incorporación a las actividades familiares, sociales o laborales que no requieran de esfuerzo importante o largos periodos en pie, podrán realizarse desde el mismo día de la intervención pero siempre utilizando el zapato post-quirúrgico.
La incorporación a la actividad laboral dependerá de la intensidad de la misma.
No se podrá conducir mientras utilicemos el zapato post-quirúrgico.
La actividad deportiva podrá iniciarse a las dos ó tres semanas, evitando ejercicios de salto, rebote hasta pasados dos meses aproximadamente.
No. Lo importante es utilizar la técnica adecuada, hay que corregir la alineación, no sólo quitar el bulto de juanete.
C/ Catedrático Antonio Silva, 2, 2º, Desp. 5
(+34) 927 228 107
